El
nacimiento de Helena
Un día,
la dulce Leda vio un pobre cisne perseguido, acosado por una águila tremenda.
Lo que no sabía era que el cisne era el dios Zeus, que con cada mujer de su
gusto empleaba el ardid más conveniente para no perder tiempo. El águila no era
otra que Afrodita, que tampoco era manca en cuestiones del corazón.
La tierna Leda se apiadó del cisne cuando
bajaba aterrado y le abrió los brazos para ahuyentar al águila. Y, claro, lo
demás se comprende. Leda, fecundada, puso un huevo del que salieron Pólux y la
bella Helena.
Por consiguiente, Helena y Pólux eran hijos de Zeus.